Los problemas como el sarro, la gingivitis y el mal aliento parecen mejorar gracias a las propiedades de un aceite comestible. Si bien las evidencias al respecto siguen siendo limitadas, esta práctica, llamada «oil pulling» o enjuague con aceite vegetal, es cada vez más popular. ¿En qué consiste?
De manera resumida, este remedio para la salud oral consiste en un enjuague con aceite de coco. Este producto, debido a su composición, ayuda a detener el crecimiento de bacterias dañinas. Sin embargo, no es un tratamiento de primera línea contra los problemas dentales y sigue siendo necesaria la consulta con el profesional.
Ayuda a evitar las enfermedades en las encías y la boca
El aceite de coco contiene sustancias antiinflamatorias que resultan útiles para la prevención y el tratamiento de la gingivitis, como lo expone un estudio publicado en Nigerian Medical Journal. Esta afección se produce cuando el sistema inmunitario intenta atacar las bacterias de la placa. Esto desencadena una reacción inflamatoria.
La aplicación de este ingrediente disminuye los residuos de las bacterias y altera el ambiente que necesitan para proliferarse con facilidad. Además, también podría ser útil contra las caries y las encías sangrantes.
Reduce el mal aliento
El mal aliento es un problema vergonzoso que puede afectar la vida social y autoestima de quien lo padece. Este se produce por los residuos y gases que emiten las bacterias en la boca, las cuales pueden crecer con facilidad en las cavidades menos accesibles.
Los enjuagues y el uso de seda dental son las formas más eficaces para arrancarlo de raíz. Sin embargo, el uso de aceite comestible también puede ayudar.
¿Cómo enjuagar la boca con aceite de coco?
- Basta con poner una cucharada del producto en la boca para iniciar el tratamiento.
- Realiza un enjuague durante unos 15 o 20 minutos. Puede llevar tiempo acostumbrarse, por lo que puedes ir practicando e incrementando el tiempo. Puedes realizar otras tareas mientras te enjuagas.
- Procura mover el aceite dentro de la boca en todos los rincones.
- Cuando hayas terminado, no lo tragues y escúpelo en la basura. Se debe tener en cuenta que el aceite se solidifica en el frío, por lo que no es conveniente arrojarlo en el lavamanos.
- La boca se puede enjuagar con agua tibia para evitar la sensación grasosa.
- Además, de forma alternativa se puede combinar con un poco de bicarbonato de sodio para aplicarlo a modo de crema dental. En este caso, debes tener cuidado de frotar los dientes despacio para evitar dañar el esmalte dental. No debes usar bicarbonato de forma regular. ¿Te animas a probarlo?
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